FICHA DE CRÍTICA
Varney Lake es la mejor aventura conversacional que he probado en mucho tiempo. La mezcla de la estética píxel-art clásico con el género pulp funciona a las mil maravillas gracias a una narrativa compleja dividida en dos líneas temporales, en la que destacan principalmente unos personajes muy bien diseñados que se comunican a través de interesantes y realistas diálogos. La cotidianeidad y monotonía del verano y lo sobrenatural se abrazan con el terror en una apasionante historia que, pese a tener un final predecible, hace buena esa manida frase de que lo importante es el camino, no la meta.
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