Una historia contada con la sencillez e insignificancia con la que contaríamos una anécdota de niñez y plasmada en el control con la misma maestría. Correr por las calles y patear “lo que sea” es fiel reflejo de la sencillez con la que la nostalgia nos recuerda lo “fácil” que era todo de niños. Y esa misma simpleza esta plasmada en nuestro game pad con tan solo dos botones y el stick de control. Una nostalgia que también se plasma en un apartado gráfico haciendo que todo se vea distinto, difuminado por la niebla del recuerdo y en donde todo es más irreal de lo que seguro era entonces. Elementos simples con los que recorrer todos lo rincones de nuestro barrio, jugar con los amigos, ir a clase, hacer pellas o simplemente pasear mientras hacemos tiempo para que nos recojan del parque. Una vida sencilla rodeada de una realidad que nos era tan ajena como complicada.