FICHA DE CRÍTICA
A través de las andanzas y travesuras de Julián en el recorrido de esos días, saliendo de la escuela, del almacén de Rosita, el parque o la calle de su casa, podemos revivir y retomar la esencia del barrio, del juego, de lo sencillo. Porque acá, donde la calle es parte de la casa, donde lo colectivo es más fuerte que lo individual, la pelota va rodando como una promesa.
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