FICHA DE CRÍTICA
Jugar como el pequeño Julián lleno de ganas de jugar al fútbol me ha hecho pensar que, quizá, jugar es volver a ser un niño y preguntarse «¿Qué pasa si le doy con el balón a esto? ¿se romperá?» o «¿Habrán planeado qué pasará si me escapo de aquí?». Por suerte, como la vida, Despelote siempre trae una respuesta.
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