The Eternal Cylinder es uno de esas obras que, al igual que sucede en el cine u otros ámbitos, es mejor entrar sin saber demasiado sobre ellas. En los primeros minutos todo resulta extraño, pero una vez se rasca la superficie y somos pacientes con él, rápidamente nos damos cuenta de que estamos ante un videojuego que aporta frescura a la industria. Una aventura de exploración, supervivencia y puzles ambientada en un mundo bello y rebosante de fantasía. Puede que no sea para todo el mundo, pero es una propuesta muy interesante que no sufre defectos graves de ningún tipo.