Analisis Destacado

Nova Lands. Colonizando el espacio8 min read

24 de agosto de 2023 5 mins de lectura

por:

GDejota

Nova Lands. Colonizando el espacio8 min read

Convertir un planeta inhóspito y virgen en un hogar mecanizado y a la vanguardia tecnológica es lo que nos propone el estudio brasileño Behemutt con su último videojuego, Nova Lands, disponible en todas las plataformas. Esta propuesta que combina exploración, farmeo, crafteo, gestión de recursos y hasta combate sorprende por su magnetismo, capaz de atrapar al jugador e introducirlo en su pequeño mundo un sinfín de horas.

Empecemos por el principio. Aterrizamos en una pequeña isla hexagonal de un planeta desconocido y nuestra única herramienta es una pistola que convierte objetos del entorno como rocas o árboles en recursos útiles susceptibles de ser transformados en infraestructuras. Y nos ponemos a ello. Madera y piedra son los elementos con que se inicia la conquista del planeta, pero pronto fabricaremos hornos rudimentarios que nos permitirán craftear objetos como el carbón, los cuales nos darán paso a desbloquear nuevos edificios, que a su vez nos llevarán a nuevas tecnologías, lo cual dará acceso a nuevas materias primas y así sucesivamente hasta el final del juego.

Nova Lands. Imagen isla vacía
Este será nuestro planeta cuando aterricemos.

Nova Lands va desvelando sus encantos poco a poco. El inicio es algo lento, pero ayuda a que el jugador aprenda a moverse con fluidez en el entorno, familiarizándose con la interfaz, los controles y las mecánicas de farmeo y crafteo, sin descuidar la salud: tendremos que tener en todo momento reservas de agua para no morir por falta de oxígeno. No se tarda demasiado, en cualquier caso, en desbloquear la tecnología necesaria par acceder a las islas adyacentes, y es aquí donde el juego adquiere da un paso de gigante y pasa de ser una pequeña propuesta de farmeo a una obra que nos exigirá precisión y organización.

Con el descubrimiento de nuevas islas llega el acceso a nuevas materias primas y también conoceremos a nuevos personajes, en su mayor parte astronautas, que nos ayudarán a mejorar nuestras herramientas o simplemente nos harán diferentes encargos. La narrativa no tiene una presencia demasiado importante en Nova Lands, pero es agradable ver que siempre hay alguna sorpresa por descubrir. Lo determinante es que, de repente, pasamos de estar en un pequeño islote en el que escasea la actividad a tener una lista interminable de objetivos que cumplir. Y nosotros sólo controlamos a un personaje que no puede estar en varios sitios contemporáneamente. Aquí es donde entra en la ecuación el factor diferencial de Nova Lands y lo que termina por enamorar al jugador: la automatización.

Nova Lands. Imagen isla tecnológica
Este será nuestro planeta después de unas cuantas horas (si somos hábiles, claro).

En Nova Lands podremos desbloquear bots que nos ayudarán en las tareas de recolección o producción de recursos, pero su número está limitado a cinco en cada una de las islas. Ser capaces de programar los bots de forma correcta para que realicen el trabajo sin nuestra ayuda es la clave del éxito. Y no es fácil. Al inicio es suficiente con poner a los robots a recolectar recursos, pero cuando tenemos que gestionar varias islas si no somos capaces de generar una cadena de montaje eficaz -e inteligente- terminaremos con los bots inactivos y daremos vueltas inútiles realizando manualmente el trabajo que no hemos sido capaces de programar, perdiendo mucho tiempo.

Es muy satisfactorio lograr la combinación correcta y ver como los recursos que queremos craftear se generan solos en cuestión de minutos, lo cual nos permite dedicarnos a otras tareas más interesantes como la exploración o el combate. Terminar Nova Lands sin dedicarle mil horas requiere, forzosamente, que dominemos la automatización de recursos y, no sólo no es algo aburrido, sino que se convierte en un puzle adictivo y divertido. Las horas pasan mientras correteamos con el astronauta de un lado para otro, intentando lograr que los bots logren hacer que nuestra pequeña colonia extraterrestre sea autosuficiente.

Nova Lands. Imagen de las tecnologías
Hay un gran árbol de tecnologías para desbloquear. Nos llevará mucho tiempo.

Nova Lands, con todo lo dicho, ya sería un juego notable, pero Behemutt se ha coronado introduciendo mecánicas de combate muy interesantes que se complementan a la perfección con la gestión de recursos. En las diferentes islas encontraremos seres que, si los eliminamos, nos darán valiosos materiales. Armados con una pistola, les dispararemos al tiempo que evitamos sus ataques; nada difícil, pese a alguna que otra imprecisión en el apuntado. Lo interesante son los jefes finales que oculta el juego, a los cuales nos podremos enfrentar cuando queramos, y sólo si así lo deseamos, ya que es opcional. Unos enfrentamientos complejos e interesantes que aportan un toque diferente a Nova Lands. Desearía, eso sí, que hubiera más.

En lo técnico también me ha conquistado Nova Lands, con un píxel-art fantástico repleto de detalles. Al inicio puede parecer que el universo que nos ofrece peca de vacío, pero es algo parecido a un lienzo en blanco en el que somos nosotros los que tendremos que dotarlo de vida. La precaria isla en que aterrizamos terminará convirtiéndose, de forma inevitable, en un mosaico de hornos, placas solares y edificios de todo tipo con los bots correteando de un lado a otro. Se puede achacar al juego el tamaño de las islas, especialmente de la principal, la cual termina siendo demasiado pequeña para todo lo que necesitamos construir en la recta final del juego. Asimismo, también he tenido algún problema con la banda sonora, la cual me ha parecido algo estridente en determinados puntos y no siempre es un acompañamiento cómodo para el jugador. Sin ser mala, tampoco es memorable.

Nova Lands imagen personajes
Algunos personajes necesitarán nuestra ayuda

La cantidad de horas que puede llevar explorar todas las ramas de tecnología disponibles en Nova Lands, mejorar el personaje al máximo, desbloquear todas las skins y completar todas las tareas depende enteramente de la capacidad de organización para automatizar nuestros sistemas de producción, pero un mínimo de 15 horas requiere. Yo he avanzado con fluidez hasta la mitad del juego, pero llegado a ese punto me he dado cuenta de que mi colonia está lejos de ser autosuficiente y el desarrollo tecnológico se ha frenado considerablemente. Es duro darse de bruces con la realidad y constatar que todo mi esfuerzo ha sido en vano y que mi colonia es tremendamente ineficiente.

Inevitablemente, con el final del juego llegan problemas típicos del género de gestión de recursos: el progreso se frena, ya que todo depende de materiales complicados de conseguir, y el interés por completar Nova Lands decae al pasar demasiado tiempo simplemente esperando que un determinado recurso se produzca. Este problemilla se soluciona parcialmente gracias a los pequeños elementos narrativos y los combates contra los jefes finales y, en cualquier caso, no empaña en absoluto la fenomenal experiencia.

Conclusión

Si eres un jugador interesado por las propuestas de gestión de recursos, Nova Lands es una apuesta segura. Una obra ideal para estos últimos compases de verano que devorará con avidez muchas horas de nuestro tiempo. Su magnetismo no reside en la recolección de recursos o el crafteo, aspectos muy logrados, sino en la organización y automatización de los medios de producción para poder avanzar tecnológicamente. La narrativa que acompaña la historia y una mecánica de combate muy interesante son los complementos que terminan por hacer de este videojuego una de las propuestas más completas, complejas e interesantes del año en latinoamérica.

Para este análisis se ha completado la versión de Nintendo Switch.

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Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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