Vanessa y Monty forman un gran equipo en combate, pero las bromas constantes entre ellos suelen ser más molestas que divertidas. Aún así, si puedes ignorar la pésima historia, Obey Me es un juego de acción decente.
Pase momentos divertidos con Nubarrón, pero la historia no fue lo bastante atrapante como para querer llegar al final, sin embargo su ambiente y encanto particular hacen que sea una experiencia agradable.