DeVuego LATAM ES_COR

En resumen, Clash: Artifacts of Chaos es una de esas pequeñas rarezas que hacen recobrar la fe en los videojuegos. Da gusto volver a jugar a títulos que se salgan de la norma y del mainstream para ofrecernos obras más personales y con identidad propia que tanto hacen falta. Tanto si eres fan de Zeno Clash como si no, se trata de un juego que merece la pena jugar y que rebosa calidad por todos sus poros.

Slipstream coge el clásico OutRun y lo eleva a la enésima potencia, ofreciendo una amplia variedad de contenido, escenarios originales, música de todo tipo y una jugabilidad frenética y retante. Recomendable para los fans de los arcades de los 80 y los juegos de conducción.

Flat Kingdom sabe atrapar con su estética basada en papel y un diseño de personajes atractivo y carismáticos, al igual que su jugabilidad plataformera con toques de backtraking, pero el diseño de niveles es bastante plano y no destaca por tener una jugabilidad adictiva.