Railway Islands, dame puzles y dame trenes3 min read

Parece que mi fiel compañero GDejota y yo nos hayamos puesto de acuerdo para analizar juegos de puzles últimamente en este blog. Pero nada más lejos de la realidad, pura casualidad. Y es que algo deben tener los trenes que nos atraen, o al menos alguna gente, como es mi caso, ya que entre todos los múltiples juegos que he ojeado como lanzamientos recientes de nuestra base de datos latinoamericana, me llamó la atención concretamente Railway Islands, y no otro.

Railway Islands, al igual que el resto de juegos del estudio brasileño Rising Moon Games, es un un juego muy pequeño, contenido y sin ningún tipo de alarde. Sus escenarios apenas tienen diferencias, y aunque recorren las cuatro estaciones, ninguna aporta ninguna característica especial más que una mera variación estética. Es simple en todos sus aspectos, incluídos menús, música, etc.

Sin embargo su austeridad no entorpece apenas su jugabilidad, que consiste en resolver puzles donde las piezas son vías de tren. Tendremos que hacer que nuestro tren llegue desde su punto de entrada a su punto de salida, pasado por todas las estaciones del escenario. Lógicamente al principio todo será seguir una sencilla línea única a unir con simples rectas y curvas, pero con el tiempo tendremos subidas y bajadas, cambios de vía, cruces y otras piezas que harán que nuestro tren dé varias vueltas al escenario hasta poder pasar las múltiples estaciones y llegar a su destino sin salirse de la vía.

Estamos ante un jueguecillo (en el mejor de los sentidos), que en una consola como Switch, donde yo lo he jugado, se convierte en una experiencia muy satisfactoria para breves períodos de juego: coges la consola, haces 2 o 3 puzles (mientras estás en el baño por ejemplo) y lo dejas. No hay más, ni menos. Podría haberse hecho mucho más, por ejemplo unos entornos más bonitos o una memorable música que nos acompañase a modo de relax, pero en ningún momento pretende ser más de lo que es.

Como defecto en lo jugable podría mencionar que la curva de dificultad de Railway Islands no siempre está bien calculada. A veces me he encontrado con desafíos bastante complejos seguidos de otros muy sencillos para posteriormente de sopetón encontrarme con otro de una complejidad exponencialmente superior.

En cualquier caso, y por el ajustado precio que tiene (2 a 3 euros según la plataforma), no podemos pedirle mucho más a este pequeño juego donde los que buscamos pasar un rato manejando vías de tren a nuestro antojo tendremos diversión para unos cuantos días, si lo jugamos en pequeñas dosis.