Midnight is Lost. Pensando al contrario5 min read

La clave de los puzles es el momento ‘eureka’. Ese punto en que, tras una ardua tarea de reflexión, das con la solución y tu mente genera una placentera sensación de satisfacción. Hoy hablamos de Midnight is Lost, un pequeño juego de puzles desarrollado por el estudio brasileño Robotizar Games y disponible en todas las plataformas. Dificultad alta, pero satisfactorio como pocos.

Pensando al contrario

Desde Robotizar Games no le han dado excesivas vueltas al tema argumental, ni falta que hace: un gato negro -llamado Midnight, supongo- tiene que superar treinta niveles porque, por lo que parece, se ha perdido. Donde sí podrían haber puesto algo más de énfasis es en acompañar al jugador en el inicio de la aventura para que se familiarice con las mecánicas. Pero no, te lanzan a superar los niveles sin explicaciones.

La premisa jugable en torno a la que gira Midnight is Lost consiste en resolver puzles al contrario. Me explico. Los niveles son muy sencillos en apariencia: moviendo al gato tendremos que sortear obstáculos, mover cajas y pulsar botones que abren puertas para llegar al final. Nada que un jugador no pueda superar en unos cuantos segundos. ¿La dificultad? Hay que hacerlo al contrario. Es decir, tenemos que recrear en nuestra mente todos los movimientos que Midnight debería hacer y reproducirlos en el videojuego en orden inverso. ¿El primer paso que haríamos sería girar a la derecha? Vale, pues en Midnight is Lost tendrá que ser el último. Fácil en teoría, todo un reto en la práctica.

Y es que incluso los niveles más sencillos suponen todo un desafío, especialmente al inicio. Sorprende constatar que nuestra mente está diseñada para resolver los problemas enfocándolos siempre desde una misma perspectiva. Midnight is Lost nos saca de esta zona de confort y nos obliga a analizar la situación desde un prisma diferente. Llegará incluso a hacernos sentir completamente inútiles cuando nos cueste resolver niveles que a priori no entrañan dificultad, solo porque estamos acostumbrados a pensar de un modo determinado y, si nos sacan de esos esquemas, nos perdemos. Es un gran ejercicio mental observar el nivel, pensar en cómo se resolvería en un juego clásico para después imaginar los pasos al contrario.

Tirando de lápiz y papel

Hasta el nivel 20, más o menos, el juego tiene un progreso coherente y genera satisfacción en el jugador, el cual resolverá los puzles en una cantidad de tiempo correcta, sin caer en la frustración, pero tampoco pecando de simpleza. Llegado este momento, la dificultad se dispara y el juego se encamina a lo imposible. Los escenarios requerirán muchas vueltas y mi -precaria- mente es incapaz de visualizar tantos movimientos al contrario. ¿La solución? Una genialidad: imaginar los movimientos que tendría que hacer si quisiera resolver el puzle siguiendo un orden lógico, escribirlos en un papel y posteriormente pulsar los botones al contrario. Pese a todo, una titánica tarea.

Probablemente Midnight is Lost mantendría mejor el equilibrio en su desarrollo si el salto de dificultad no se produjera de forma tan abrupta, pero tampoco me quejo, puesto que me ha encantado tanto en su variante asequible, como en la más compleja, pero es posible que un jugador con menos paciencia pueda querer abandonarlo a mitad. Treinta niveles puede parece un número corto, pero la elevada dificultad se traduce en unas 5 o 6 horas de gameplay.

Low poly y minijuegos

Midnight is Lost no pasará a la historia por su apartado técnico, pero cumple en su cometido de ser una base sólida para los puzles, pese a que en algún momento la cámara nos pueda dar algún que otro dolor de cabeza. Está compuesto por coloridos escenarios en low poly -estilo que me gusta mucho- y por un par de canciones tranquilas para que no acabemos tirando la consola por la ventana cuando erremos un puzle por enésima vez.

Un aspecto que sí podría mejorar Robotizar Games en su videojuego es la comunicación con el jugador. Ya he comentado que no hay demasiadas explicaciones sobre el funcionamiento de los puzles, pero tampoco nos da pistas sobre cómo desbloquear los dos minijuegos que esconde. Al final era algo muy básico, pero he tenido que recurrir a una guía para encontrar el modo de acceder a estas dos pequeñas, pero simpáticas, fases.

Conclusión

Midnight is Lost puede parecer un videojuego algo básico en lo visual, pero su propuesta de resolver puzles ejecutando los movimientos al contrario es todo un reto mental para el jugador. Es sorprendente y estimulante al mismo tiempo ver cómo este pequeño videojuego nos obliga a analizar los rompecabezas desde un punto de vista totalmente diferente al habitual. Un puzle difícil, diferente y por un precio inmejorable.

Pese a mi continua obsesión con la literatura, los videojuegos y el deporte, logré acabar mis estudios de filología. Resido en Italia y adoro la pizza.

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